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Ataques contra inmigrantes continúan sin fin

Intentos
de promover histeria anti-inmigrante continúan mientras que los
políticos reaccionarios proponen legislación atacando trabajadores
indocumentados y sus familias.

Hay
más de 12 millones de inmigrantes indocumentados viviendo en los
Estados Unidos. El número de deportaciones ha incrementado desde que
Obama llego a la oficina en enero del 2009. El año pasado marcó un
nuevo record de 400.000 deportaciones, mucho más que durante la
presidencia de George W. Bush.

Queriendo
dividir la clase obrera mientras que la crisis económica se
profundiza, mucho legisladores estatales han propuesto severas leyes
anti-inmigrantes. Por ejemplo, legisladores de los estados de
Indiana, Mississippi, Texas, Oklahoma, Florida, y Dakota del Sur han
propuesto leyes que criminalizan a los trabajadores indocumentados.
Es un asalto que usa la violencia y acusación falsa contra
inmigrantes para servir las necesidades de los capitalistas.

La
asamblea estatal de Utah recientemente
pasó
un paquete de leyes de inmigración que incluyen propuestas similares
a la SB 1070 de Arizona- actualmente detenida por disputas legales-
permitiendo a la policía revisar el status inmigratorio durante los
arrestos. El paquete también incluye una propuesta conocida como
“trabajador de visita” que proporciona un permiso para vivir y
trabajar en Utah a los trabajadores indocumentados. El 14 de abril,
Georgia pasó una ley similar a la SB 1070.

Muchos
políticos reaccionarios también están atacando la validad de la
ciudadanía de nacimiento, que es garantizada por la Constitución de
los EE.UU. bajo la enmienda 14. Ésta fue aprobada después de la
Guerra Civil para revocar las Leyes Negras usadas por los estados del
sur para prácticamente re-esclavizar los libres Afro-Americanos. Fue
específicamente escrita y diseñada para hacer la ciudadanía y
otros derechos civiles un asunto de protección federal. Proporcionó
la base legal para el movimiento de Derechos Civiles cual derrocó la
segregación Jim Crow un siglo después.

Los
racistas cómicamente
reclaman que el lenguaje del enmiendo 14 no se aplica a los
inmigrantes indocumentados porque ellos se mantienen “bajo la
jurisdicción” de su propios países natales. Envolviendo sus
argumentos fascistas en la bandera americana, ellos insisten que la
intención del enmiendo 14 solo cubre a los que han jurado su
“alianza” a los Estados Unidos. Por definición, ellos dicen, los
niños de “ilegales” no califican.

La
administración de Obama también puso tropas adicionales de la
Guardia Nacional por toda la frontera y ha incrementado los fondos
para equipo de alto-grado militar, incluyendo a aeronaves sin piloto.
Inmigrantes estarán tomando rutas más aisladas y peligrosas para
evitar el aumento de presencia militar. Ha habido un incremento
significante de muertes de migrantes atentando cruzar la frontera
entre México y los EE.UU.

En
vez de mantener sus promesa de reforma comprensiva inmigratoria,
Obama continúa los ataques a trabajadores indocumentados y sus
familias. La administración continúa deportando estudiantes
mientras que el Senado rechaza el Dream Act. La ley propuesta hubiera
permitido a los hijos/as de trabajadores indocumentados hacerse
ciudadanos, que beneficiaría particularmente a aquellos estudiantes
que enfrentan dificultad en obtener una educación avanzada.

Este
primero de mayo, Día Internacional del Trabajador, marca el quinto
aniversario de la huelga histórica nacional de trabajadores
inmigrantes. Ese día, millones por millones de trabajadores
inmigrantes- documentados y indocumentados- tomaron las calles con
sus apoyadores en pueblos y ciudades demandando respeto para todo
trabajador.

Estas
manifestaciones constituyeron la más grande protesta colectiva en la
historia de los EE.UU. La lucha paró
una odiosa propuesta legislativa anti-inmigrante- la Ley
Sensenbrenner- en un abrir y cerrar de ojos.

Millones
salieron a las calles a luchar en su propia defensa. No los sacaron
los Demócratas,
quienes temen a las movilizaciones masivas, y que trabajó
rápidamente para controlar la energía del movimiento. Promesas
electorales jugaron un papel principal en calmar el movimiento de
derechos inmigratorios. Un movimiento de verdad que lucha para el
cambio verdadero no tiene que depender del liderazgo demócrata ni de
la Casa Blanca. La única manera que podemos ganar cualquier cosa es
en las calles.

Solo
un re-nacer de la lucha de derechos inmigratorios tiene el potencial
de obtener las metas de justicia y igualdad. Ningún
político capitalista- Demócrata o Republicano- pasará leyes que
aseguran los derechos plenos para todos los inmigrantes hasta que la
presión del movimiento se vuelve intolerable para la clase
gobernante. Necesitamos continuar levantando la bandera de
legalización y derechos plenos para todos inmigrantes.

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