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Declaración de PSL acerca de la campaña de Sanders

bernie-sanders-rally-74b628bcce090e8cEl Partido por el Socialismo y la Liberación está llevando a cabo una campaña revolucionara electoral socialista en el 2016, con Gloria La Riva como nuestra candidata a la presidencia y Eugene Puryear para vicepresidente. Para más información y para participar, visite VotePSL.org

Las elecciones del 2016 prometen ser las más caras y corruptas en la historia, con ríos de dinero fluyendo directamente de las cuentas de los multimillonarios, corporaciones y megabancos a los cofres de los principales contendientes de los partidos Republicano y Demócrata. Esta financiación ilimitada de los candidatos por los súper-ricos fue legalizada por la decisión de la Corte Suprema en el caso de Ciudadanos Unidos (Citizens United) en el 2011, lo que ha resultado un dominio casi total de la financiación de campañas. Por ejemplo, un candidato republicano de extrema derecha, Ted Cruz, ha recibido $36 millones de dólares de sólo cinco año de llevarse a cabo.

En la campaña presidencial del 2012, los 100 mayores donadores dieron el equivalente a la cantidad dada por 4,7 millones pequeños donadores, según el Centro Brennan para la Justicia.

Una respuesta inesperada a esta forma obscena de la “democracia dólar”, la desigualdad rápidamente creciendo y otros acontecimientos regresivos ha llegado en forma de la campaña electoral de Bernie Sanders. Sanders, un senador Independiente de Vermont quien se auto-describe como socialista, está buscando la nominación del partido Demócrata a la presidencia contra Hillary Clinton y otros más. Cuando él anunció su campaña a finales del mes de abril, Sanders fue considerado como una especie de candidato novedoso.

Pero Sanders, impresionando al establecimiento político, ha estado estirando, y por mucho, a las multitudes más grandes y entusiastas de cualquier candidato, demócrata o republicano — 28.000 en Portland Oregón, 27.000 en Los Ángeles, 15.000 en Seattle, más de 10.000 en Wisconsin y Arizona y 8.000 en Dallas. Miles más han llenado centros de convenciones y auditorios en Louisiana, Colorado, Vermont, Iowa y otros estados.

El 28 de julio, se reportó que 100 mil personas participaron en 3.500 “reuniones virtual en casa”, por el Internet, en donde el candidato se dirigió a ellos desde una casa en el suroeste de Washington, DC. En agudo contraste con otros candidatos, más del 80 por ciento de las contribuciones de campaña de Sanders, que ya suman más de $17 millones, son menos de $200, con una donación promedio de $31,21 dólares.

La campaña Sanders está atrayendo el apoyo de algunos sindicatos, incluyendo el apoyo de National Nurses United, el principal sindicato de enfermeras. Más de 5.400 funcionarios laborales y activistas de una amplia gama de sindicatos han puesto su nombre para la ‘Fuerza laboral por Bernie.’

Sanders todavía está por debajo de la vacilante candidata principal demócrata, Hillary Clinton, en las encuestas a nivel nacional por un margen de un 20 por ciento, pero la diferencia en algunos de los primeros estados primarios ahora se ha reducido a un sólo dígito, y en Nueva Hampshire, una encuesta reciente muestra que Sanders le lleva la delantera a Clinton.

¿Cómo se explica el aumento del apoyo a la campaña de Sanders y cómo deben los socialistas revolucionarios responder a ella?

El programa de Sanders—reformista, no socialista

Mientras que Sanders se autonombra un “socialista demócrata”, su programa no es socialista, y la palabra tampoco aparece en la página de internet de su campaña. Él no pide la nacionalización de las empresas y los bancos, sin la cual la reorganización de la economía para satisfacer las necesidades de la gente en lugar de maximizar las ganancias de los inversores capitalistas no podría llevarse a cabo. En sus discursos, Sanders aboga por una “revolución política”, pero él está tratando claramente de reformar el sistema capitalista existente.

En la política exterior, la postura de Sanders es la de una corriente demócrata imperialista. Se opuso a la invasión de Irak en el 2003, pero apoyó en 1999 los bombardeos contra Yugoslavia por parte de los EE.UU./OTAN. Aunque Sanders es crítico de algunas de las acciones más extremas por parte de Israel, a la vez es partidario de la ayuda masiva que Estados Unidos provee al ejército israelí.

Lo que hace diferente a la campaña de Sanders y lo que ha atraído ese apoyo entusiasta es su programa de reformas, un programa que parece ser un cambio radical en el actual clima político. Sanders pide un salario mínimo de $15 por hora, el derecho de los trabajadores a sindicalizarse, un programa federal de empleos, más impuestos para los ricos, matrícula gratuita en las universidades públicas, atención de salud universal, medidas para reducir el calentamiento global, los derechos reproductivos de las mujeres, la anulación de la decisión de Ciudadanos Unidos y límites a las contribuciones de campaña, expansión del derecho al voto, una reforma penitenciaria, el fin del “racism estructural” y la discriminación racial, y un “camino a la ciudadanía” para los inmigrantes indocumentados. Él ha sido un opositor del moleoducto “XL Pipeline”, la Asociación Trans-Pacífica (TPP por sus siglas en inglés), y la vigilancia sin orden judicial por parte de la NSA a las personas dentro de los Estados Unidos.

El programa de Sanders también pide dos semanas de vacaciones garantizadas, 10 días de enfermedad y 12 semanas pagadas de licencia familiar (este último sería pagado por un impuesto a los trabajadores), entre otros temas. Millones de trabajadores actualmente tienen cero vacaciones garantizadas, ni licencia por enfermedad ni familiar, poniendo a los Estados Unidos al final de la lista de países industrialmente desarrollados y debajo de muchos países en vías de desarrollo.

En muchos aspectos, el programa económico reformista de Sanders se asemeja al desafío electoral de Jesse Jackson al establecimiento del Partido Demócrata en las elecciones primarias de 1984 y 1988, y al igual que Jackson, es casi seguro de que Sanders no correrá una campaña como independiente. Lo que es muy diferente es que la campaña de Jackson estaba firmemente anclada en la comunidad afro-americana, que mayoritariamente apoyaba la candidatura de Jackson.

Hasta el momento, Sanders ha atraído principalmente, aunque no exclusivamente, a las multitudes blancas y le ha ido bien en zonas predominantemente liberales.

En recientes apariciones de su campaña en Arizona y el estado de Washington, los discursos de Sanders se han visto interrumpidos por activistas del movimiento Black Lives Matter, que ha surgido como una nueva fuerza dinámica en el último año, exigiéndole que tome una posición mucho más fuerte en el tema de asesinatos racistas por parte de la policía.

La campaña de Sanders ha publicado recientemente un documento de posición, titulado “La injusticia racial”, y su campaña ha intensificado sus esfuerzos para ampliar su apoyo a las comunidades oprimidas a nivel nacional. Pero al mismo tiempo, Sanders ha aparecido desdeñoso hacia el movimiento, fallando al no calmar los abucheos de la muchedumbre que lo apoyaba hacia los activistas del movimiento Black Lives Matter y exhibiendo una actitud generalmente brusca por ser interrumpido.

Con tanto tiempo que falta antes de la votación real, queda por ver cómo el electorado negro finalmente reaccionará a la candidatura de Sanders.

La campaña de Sanders y el renacimiento del socialismo en los Estados Unidos

De gran importancia es que este flujo masivo de apoyo es para un candidato que se hace llamar socialista, en un país cuya política ha sido durante mucho tiempo dominado por el anti-comunismo y anti-socialismo virulento. A lo largo de la historia de los Estados Unidos, los candidatos presidenciales socialistas siempre han sido relegados al margen. El hecho de que en el 2015 un candidato autonombrado socialista está atrayendo grandes multitudes, debe ser entendido como un desarrollo político significativo, independientemente del hecho de que su programa no sea revolucionario.

En un hecho relacionado, a principios de este verano, una encuesta de Gallup hizo la pregunta, “De aquí a las convenciones políticas del 2016, habrá discusiones acerca de las calificaciones de los candidatos presidenciales: su educación, edad, raza, religión, etcétera. Si su partido nominara a una persona generalmente bien calificada para presidente que pasa a ser un socialista, ¿votaría usted por esa persona?” Un sorprendente 47 por ciento de los encuestados dijo que lo harían, incluyendo el 70 por ciento entre las edades de 18 a 29 años.

Esta de un gran número de personas por un cambio político profundo. La elección de Ksahma Sawant al Consejo Municipal de Seattle, la encuesta de Gallup y otras como esta, y ahora la campaña de Bernie Sanders, son claramente parte de una tendencia más amplia de un explícito, si amorfa, surgimiento del socialism como una importante tendencia de oposición a las opresiones y la explotación de la vida cotidiana.

Tiene su corolario en las calles en el nuevo movimiento obrero burbujeando en lugares de trabajo con salarios bajos, en el movimiento Black Lives Matter, en los que luchan por la justicia y la dignidad de las comunidades de migrantes, y en los que luchan para salvar al planeta.

Como marxistas revolucionarios, nosotros en el Partido por el Socialismo y la Liberación consideramos esto como tierra fértil para un movimiento que pueda arrancar realmente al sistema capitalista. Durante los próximos 15 meses previos a la elección del 2016, la campaña de La Riva/Puryear de PSLtratará de llegar a millones — incluyendo a los seguidores de Sanders — a través de nuestro activismo en la lucha, a la vez explicaremos incansablemente que sólo la reorganización revolucionaria de la sociedad puede realmente lograr lo que la gente y el planeta necesitan desesperadamente — ¡socialismo!

Hacemos un llamado a todos aquellos que están de acuerdo para que se unan a nosotros.

Traducción por Brenda Sólkez.

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