Armas nucleares y el derecho de naciones oprimidas a defenderse

Pregunta: ¿Cuando no es una bomba nuclear un arma de destrucción masiva?






Más de un millón de libaneses se reunieron en Beirut el 8 de marzo del 2005, para demostrar su apoyo a Siria.


Respuesta: Cuando es producida por los Estados Unidos.

Al menos eso es lo que el gobierno estadounidense y los grandes medios de comunicación quieren que pienses.

Con el arsenal más grande de armas ofensivas en el mundo, ahora el gobierno estadounidense se está concentrando en Irán y Corea del norte.

En el discurso del Estado de la Unión en el 2005, Bush le hizo un llamado a Irán para que cancelara sus programas nucleares. El calificó a ese país como “el principal patrocinador mundial del terror.” También demandó que Corea del Norte “abandone sus ambiciones nucleares.” Estos son códigos de palabras muy bien conocidas las cuales significan una sóla cosa para la Casa Blanca: “estás en la lista de blancos.”

Usando la Agencia de Energía Atómica Internacional, (IAEA) como cubierta, el gobierno estadounidense está acusando a Irán y Corea del norte de no cumplir con el Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares del año 1968.

Irán negó las acusaciones de Bush, diciendo que está desarrollando energía nuclear para las necesidades energéticas de su país, no para armas. La semana siguiente, el 10 de febrero, la República Popular Democrática de Corea (DPRK por sus siglas en inglés) anunció que cancelaría su participación en el diálogo del grupo de los seis dirigido al programa de armas nucleares de Corea. Este diálogo del grupo de los seis está conformado por la DPRK, los Estados Unidos, China, Corea del sur, Japón y Rusia.

Algunos sectores de la izquierda estadounidense están levantando la consigna pacifista por “el desarmamento nuclear a nivel mundial.” Los socialistas rechazan esa demanda porque ignora la realidad de que algunos países están siendo amenazados por el imperalismo, el cual está armado con armas nucleares. Por supuesto, todos apoyan la abolición de las armas nucleares con excepción de los militares. Sin embargo, la verdadera pregunta es si los países oprimidos tienen el derecho de armarse en contra de países que están armados nuclearmente y que están amenazando con iniciar guerra en contra de ellos. La IAEA es un instrumento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la ONU. Este emplea sus poderes de ejecución selectivamente en contra de países que antes pertenecían al mundo colonizado y semi-colonizado. Al mismo tiempo, permite la producción sin precedente de armas nucleares en los Estados Unidos.

Tanto el Tratado de No-Proliferación y los mismos estatutos de la agencia le dan a la IAEA poder sin igual para exigir entrada e inspección en cualquier país acusado de posibles violaciones de producción nuclear. El Tratado de No-Proliferación supuestamente congela el número de países declarados “estados nuclearmente armados” a cinco: los Estados Unidos, el Reino Unido, China, Rusia y Francia. Pero otros estados como Pakistan, Israel y la India han adquirido armas nucleares.

La IAEA vincula estrechamente sus inspecciones con la agenda de la política extranjera de la Casa Blanca. El sistema trabaja asi: La IAEA crea demandas imposibles en los países que son sus blancos. El gobierno señalado como blanco se resiste y esto le sirve de pretexto al Consejo de Seguridad de la ONU y a los Estados Unidos para lanzar nuevas amenazas económicas y militares.

En marzo del 2003, Mohamed El Baradei, director de la IAEA, vaciló momentaneamente antes de endosar las acusaciones de los Estados Unidos hacia Irak sobre el supuesto desarrollo de armas nucleares, justo antes de la guerra estadounidense. Ahora, como venganza por su humilde resistencia, los representantes estadounidenses en las Naciones Unidas están tratando de quitarle el puesto en las próximas elecciones de la IAEA.

Sumado al pretexto de la amenaza nuclear está la cuestión de las “armas de destrucción masiva,” impuesto por la nueva Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación (PSI) del presidente Bush. Revelado por Bush en Polonia en mayo del 2003, el PSI es una política extensa que le da a Washington el derecho unilateral de iniciar el desmantelamiento de todas las armas de destrucción masiva en contra de cualquier país que elija.

Esta es una estrategia siniestra, el equivalente del Acta Patriota aplicado a un nivel internacional. Estados Unidos mantiene que tiene el apoyo de 60 paises para la implementación de esta estrategia.

El 27 de octubre del 2004, John Bolton habló en Tokio acerca del triunfo del PSI. El se jactó de que los Estados Unidos presionó a Libia para que terminara con el comercio de mercancias y servicios con el DPRK. “Todos los paises participantes en el PSI están enviando un mensaje a países villanos como Corea del Norte.”

El ultra-reaccionario Bolton, antiguo subsecretario en el gabinete de Bush, de Control de Armas y Seguridad Internacional, es notorio por sus falsas acusaciones en mayo del 2002 aduciendo que Cuba estaba envuelta en “terrorismo biológico.” En marzo, Bush lo nombró para tomar el puesto de embajador estadounidense en la ONU.

Desarmar Irak, bombardear sin piedad

La última crisis enfrentando a Irán y a la DPRK es evocadora de la campaña intensa de inspecciones de armas por 12 años usada por Washington para destruir económicamente a Irak por medio de las sanciones. Las sanciones fueron una preparación para una guerra a gran escala y ocupación de los Estados Unidos.

Las acusaciones de un programa de armas de Irak fueron el gancho de propaganda usado por los oficiales estadounidenses en el desarrollo de la invasión de Irak. Este argumento fue una herramienta altamente efectiva para mobilizar la opinión pública dentro de los Estados Unidos para apoyar la invasión.

Los líderes estadounidenses y británicos fingieron el miedo de armas de destrucción masiva en Irak. Cuando fueron desafiados por aquellos que dijeron que no había tal prueba, Condoleezza Rice, en ese entonces Consejera de Seguridad Nacional, fue al frente de las cámaras asegurando: “Queremos prevenir que el disparo de fusil se convierta en una nube nuclear.”

Rice, Bush, Rumsfeld, Powell y el resto de ellos sabían que Irak no tenía armas nucleares, pero eso no los detuvo en su propaganda bélica.

Es importante que revisemos exactamente de que se trataba el asunto de las Armas de Destrucción Masiva. La guerra en Irak fue conducida en tres fases básicas deste 1990 hasta el día de hoy. Las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU fueron implementadas en agosto de 1990, después de la ocupación iraquí de Kuwait, siguiendo una larga disputa entre estos dos estados. La meta de las sanciones era debilitar la población de Irak en preparación para la guerra dirigida por los Estados Unidos en 1991.

Cuando el plazo de la fecha impuesta por los Estados Unidos el 15 de enero de 1991 se venció, el Pentágono desató 42 días de bombardeo implacable. Más de 118.000 ataques aereos destruyeron la infraestructura de Irak. Cientos de miles de civiles y soldados fueron masacrados.

Eso fue sólo el comienzo. El bloqueo económico fue intensificado por la institución de un régimen severo para buscar las “armas de destrucción masiva.” Bajo el patrocinio de la resolución 1441, el Consejo de Seguridad declaró que las sanciones durarían hasta que Irak completara el desarme de armas de destrucción masiva. Estas sanciones fueron ejecutadas por el cuerpo militar estadounidense y británico.

Por 12 años, Irak sufrió la muerte de más de un millón de personas y millones más fueron debilitados por enfermedades y hambre. En esos 12 años, más de 10.000 inspecciones de armas tomaron lugar dentro del país. Virtualmente cada metro cuadrado de tierra y propiedad fue registrada más de una vez. Los ocho años de la presidencia de Bill Clinton fueron destructivos y mortales para la población de Irak. A pesar de que para el año 1993 todas las armas ofensivas fueron destruídas, y la infraestructura civil de Irak fue devastada, Clinton proclamó a finales de 1997, “Hay quienes les gustaría que terminen las sanciones. Yo no soy uno de esos.”








Photo: Ahmad al-Rubaye
El prometió mantener permanentemente la búsqueda de armas.

El objetivo de la búsqueda de armas no era “eliminar el peligro que Irak presenta a sus vecinos,” como proclamó Washington. El propósito de registrar cada metro cuadrado era el asegurarse de que Irak no tendría absolutamente ninguna manera de defenderse cuando Estados Unidos decidiera—en cualquier momento futuro—invadir nuevamente.

El objetivo real era derrocar el estado de irak e instalar un régimen títere que le garantizara a Estados Unidos el control del petroleo de irak y la dominación geopolítica sin obstáculos en el Medio Oriente.

Armas de destrucción masiva y el movimiento anti-guerra

Desafortunadamente, muchas de las fuerzas liberales y social-demócratas en el movimiento anti-guerra se han unido al llamado del desarmamento de naciones oprimidas que están siendo amenazadas por el imperialismo estadounidense.

Antes del ataque a Irak en el 2003, esa parte del movimiento salió con la consigna “Inspecciones, no guerra.” Esa consigna estaba en acuerdo con las acusaciones de la adminstración Bush de que la crisis se originaba en la posesión de armas de Irak y sugería que las preocupaciones estadounidenses eran justas y válidas.

Esta consigna, la cual fué apoyada por organizaciones de paz como la SANE/ Freeze y otras, fue una capitulación evidente a la propaganda de los fabricantes de la guerra. Este fué un llamado al desarmamento de la víctima, en vez del agresor, en el momento cuando el agresor estaba a punto de atacar.

Los próximos blancos de Washington

Las mismas discusiones se están repitiendo en el movimiento con relación a Irán y Corea del norte. Algunos liberales y social-demócratas están exigiendo que Corea del norte e Irán cancelen sus programas nucleares, por medio de “negociaciones.” Muchos apoyan la proposición de la Unión Europea, la cual también ha sido apoyada por el presidente Bush, de ofreser incentivos económicos a Irán.

La realidad es que Washington quiere prevenirle a Corea del norte y a Irán el desarrollo de armas nucleares y convencionales no por miedo de que estos países ataquen a los Estados Unidos, sino debido al deseo de destruír la independencia de estos dos países.

Corea del norte e Irán están rodeados y amenazados por el poder militar estadounidense y no lo contrario. Submarinos estadounidenses, como el Trident, patrullan en las afueras de las costas de ambos países.

Ambos países están al alcance de bombarderos nuclearmente armados, B-52. Los misiles estadounidenses—armados con proyetiles nucleares—están apuntando a ambos países. Nada de eso está a punto de cambiar.

La DPRK publicó una respuesta seria a las últimas amenazas de Bush. Los norcoreanos acusaron a Estados Unidos de tratar de utilizar las negociaciones de el grupo de los seis para detener el derecho de la DPRK de desarrollar energía nuclear. Ellos también anunciaron que estaban desarrollando armas nucleares para defender su país.

“No hay justificación para que nosotros participemos nuevamente en el diálogo del grupo de los seis, tomando en cuenta que la administración Bush rotuló a la DPRK, quien es un socio del diálogo, como un “centro de la tiranía.”

“Los Estados Unidos reveló su pretensión de derrocar el sistema político de la DPRK a cualquier costo, amenazándolo con un ataque nuclear. Esto nos obliga a tomar medidas para desarrollar nuestro arsenal de armas nucleares con el objetivo de protejer nuestra ideología, sistema, libertad y democracia elegida por nuestro pueblo.

“Es el espiritu del pueblo coreano, fiel a la política Songun, de responder de la misma manera, o a la buena fe o al uso de la fuerza.

“Ya hemos tomado la acción decisiva de alejarnos del Tratado de No-Proliferación y hemos creado armas nucleares para la autodefensa y para enfrentar la creciente política evidente de la administración Bush que trata de aislar y sofocar a la DPRK.

“Sus armas nucleares seguirán siendo un impedimento nuclear para la autodefensa bajo cualquier circunstancia.

“La realidad actual prueba que sólo la fuerza de gran alcance puede proteger la justicia y la verdad.

Los movimientos precipitados y crecientes de Estados Unidos y su pretensión de atacar a la DPRK sólo refuerzan el orgullo de haber consolidado la unidad resuelta del ejército y del pueblo y de haber aumentado la capacidad para la autodefensa bajo la bandera alzada de Songun.

“La convicción de principios de la DPRK de solucionar el problema por medio del diálogo y las negociaciones y su meta de desmantelar sus armas nucleares en la península coreana no ha cambiado.”

Mientras tira arena en los ojos del público acerca de la supuesta “amenaza” de Irak, Irán, Corea del norte y Siria, el Pentágono es el peligro más grande a la humanidad con su desarrollo incesante de nuevas generaciones de armas nucleares y otras armas mortales.

El movimiento anti-guerra, en vez de poner demandas en los blancos de agresión, debe dirigir todas sus energías y demandas en contra del agresor, particularmente dentro del poder más dominante y peligroso en el mundo de hoy, el imperialismo estadounidense.

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