La alianza entre Cuba y Venezuela tomó un paso importante con los 14 acuerdos económicos firmados por Hugo Chávez y Raúl Castro el 15 de octubre. Los pactos incluyen proyectos masivos de energía y comunicación entre los dos países.
Como muestra de las relaciones cercanas de los dos países, el presidente de Venezuela llegó a la ciudad cubana de Santa Clara para dar su programa dominical, “Alo, Presidente”, el 14 de octubre. Fue recibido por decenas de miles de admiradores cubanos que se formaron en las calles donde él iba pasando.
Como fue anotado en la prensa, Chávez propuso una “confederación” de los dos países.
Los 14 pactos se juntan con 19 más que ya existen, firmados desde el ano 2001, cuando los dos países embarcaron una estrategia de “integración económica,” a través de la “Alternativa Bolivariana de las Américas”, la ALBA.
La ALBA es la solución de los gobiernos revolucionarios para el problema de el ALCA, o el Área de Libre Comercio de las Américas. Bolivia y Nicaragua también son miembros de la ALBA.
El ALCA, un esquema arrebatador impulsado por los Estados Unidos para exponer a Latinoamérica a inversiones y mercancías sin restricciones de los Estados Unidos, no ha ganado la aprobación de varios gobiernos latinoamericanos. Debido a la conciencia de la gente de Latinoamérica, se les ha hecho más difícil a los Estados Unidos esforzar pactos como el ALCA. Los pueblos de Latinoamérica se dan cuenta cada día más de las consecuencias desastrosas de políticas neo-liberales de los Estados Unidos como el Tratado de Libre Comercio (TLC) en México.
En respuesta, el gobierno de los Estados Unidos ha recurrido a la táctica de pactos regionales o individuales con ciertos países más cercanos a su órbita como Colombia, El Salvador, Honduras, y Costa Rica. Por ejemplo, después de presión intensiva y una campaña de los medios, la población costarricense apenas aprobó el Acuerdo del Libre Comercio de América Central.
En una franca admisión de la preocupación del gobierno de los Estados Unidos de perder su poder en Latinoamérica, Nicholas Burns, Subsecretario de Estado estadounidense, le dijo a la prensa el 22 de octubre que si el congreso de Estados Unidos no ratifica el acuerdo de libre comercio con Colombia, va a “animar a alguien como Hugo Chávez a pensar que puede tomar ventaja de esa crisis, y va a ser una crisis si el acuerdo de libre comercio no pasa”.
La alianza entre Venezuela y Cuba y ALBA ofrece inversión y comercio en términos de igualidad.
Y lo que es más importante todavía, la perspectiva de los miembros del ALBA es basada en solidaridad con millones de gente pobre y súper explotada, y en el uso de los recursos de cada país para el desarrollo verdadero.
Los acuerdos de Habana-Caracas que fueron firmados el 15 de octubre fueron un paso más hacia esa meta.
Los nuevos acuerdos contienen desarrollos importantes de comunicación y energía que ciertamente ayudarán a borrar los trazos del subdesarrollo que continua a debilitar a Latinoamérica y el Caribe.
En la ciudad sureste de Cienfuegos, Chávez y Raúl Castro abrieron terreno para una estructura masiva de petroquímicos y una terminal de envíos que refinará el petróleo y convertirá gases líquidos a gases naturales. La antigüa planta fue construida por la Unión Soviética pero ha estado cerrada por años.
La telecomunicación de Cuba ha necesitado reparaciones por mucho tiempo. Ahora, a través de una arreglo de crédito con China, Cuba y Venezuela formarán una empresa para construir un cable de fibra óptica bajo del agua hasta la isla.
En su discurso en el Palacio de Convenciones de la Habana el 15 de octubre, Chávez dijo, “Este proyecto, que cuesta más de 70 millones de dólares, romperá el bloqueo de comunicaciones que ellos tienen sobre Cuba igual que el de nosotros. … Es un bloqueo en silencio, una dependencia terrible. Es una línea de fibra óptica bajo del agua de (930 millas), conectando las redes nacionales de los dos países, con la posibilidad de llegar a países terceros en el Caribe”. También mejorará el acceso al Internet para Cuba.
Venezuela y Cuba han jugado un papel importante creando oposición al ALCA y otros acuerdos de “libre comercio” en Latinoamérica.
La alianza entre Cuba y Vene-zuela está atrayendo otros países, cuyos líderes han sido elegidos en una nueva corriente demandando cambio social verdadero y mejoramiento económico en la vida del pueblo.
Esto tiene a los imperialistas de los Estados Unidos muy preocupados y no se detienen de financiar elementos contra-revolucionarios, para emplear ataques terroristas, y para seguir un ritmo constante de amenazas y agresión.
