Cambridge y el movimiento por los derechos civiles

Este año se cumple el 50 aniversario de la lucha histórica y militante de 1963 de los residentes de Second Ward (Segundo Barrio) del Condado de Dorchester, Maryland. Los residentes del Segundo Barrio pusieron en marcha una iniciativa basada en la comunidad en contra de los políticos racistas y dueños de negocios en su condado, dando lugar a un año de enfrentamiento entre los racistas blancos y los residentes negros de Cambridge. Con el tiempo, la lucha conllevó a la eliminación de la segregación en las escuelas, en los hospitales y en las áreas de recreación en toda Maryland y al mayor despliegue de ley marcial en los Estados Unidos desde 1877.

La lucha de Cambridge fue dirigida por Gloria Richardson, quien cada vez se hizo más y más militante y se convirtió en una figura de transición de los derechos civiles a la fase de Poder Negro del movimiento de Liberación Negro.

Cambridge: el Sur Profundo en Maryland

A principios de la década de 1960, un tercio de los residentes de Cambridge eran negros y todos vivían en el “Segundo Barrio.” El área tenía una larga historia de raci-smo y segregación enraizada en su pasado esclavista. En Maryland, un estado fronterizo entre el Norte y el Sur, el Este de la Bahía de Chesapeake (hogar de Cambridge) era considerado en su momento como “esclavista Dixie”, mientras que las zonas más al oeste se consideraban más influenciadas por la sociedad y las costumbres del norte.

En una entrevista de 1997, Gloria Richardson recordó de Cambridge: “Se podía ir a los restaurantes y ordenar comida, pero no se podía comer allí”.

Aunque la ciudad estaba compuesta por un 34 por ciento de negros, solamente habían uno a tres policías negro en un momento dado. Los oficiales negros tenían prohibido patrullar en los barrios blancos o arrestar a los blancos. Los policías blancos podían detener a quien quisieran.

Richardson dijo al Baltimore Sun: “Había una representación inadecuada de los residentes negros en el sistema legal a menos que uno fuese considerado como ‘un negro respetado’”.

Por otra parte, la brutalidad policial y los residentes locales racistas de Cambridge representaban una amenaza constante a la seguridad física de los habitantes del Segundo Barrio. Era extremadamente difícil conseguir seguridad económica, el desempleo en la población negra oscilaba entre el 30 al 40 por ciento en el año 1961. Esto era aproximadamente cuatro veces más que el desempleo de los residentes blancos de Cambridge.

El desempleo de los residentes blancos en Cambridge era, en realidad, el doble de la media nacional, como resultado de la cierre de los principales empleadores de la ciudad, la Compañía de Embalaje Phillips, a finales de los años 1950. Pero las dos restantes fábricas grandes de la zona, ambas contratistas de defensa, habían llegado a un acuerdo reaccionario con los residentes blancos y los políticos de la zona, a expensas de los trabajadores negros. Las fábricas se comprometieron a contratar sólo a los trabajadores blancos a cambio de que los trabajadores rechazaran cualquier intento de sindicalización.

En Cambridge, todos los comedores, cafeterías, iglesias y lugares de recreación estaban separados en secciones blancas y negros o días específicos de raza. Las escuelas estaban segregadas, y los niños negros recibían la mitad de la financiación que los niños blancos. Los residentes del Segundo Barrio se vieron obligados a viajar dos horas en automóvil desde Baltimore si querían visitar un hospital, debido a que el hospital local de Cambridge no los admitía.

Este fue el clima de racismo y opresión que dio nacimiento al movimiento.

Surge el movimiento en Cambridge

En el Sur Profundo, el racismo y la supremacía blanca eran más descarados y arraigados. Pero el movimiento de derechos civiles que se arraigó en estas áreas tuvo un profundo impacto en las comunidades negras en todo el país, y lugares como Cambridge, levantaron ánimo para luchar.

El grupo que llevó a los residentes del Segundo Barrio, el Comité de Acción No Violenta de Cambridge, tuvo sus raíces en la campaña de 1961 del Grupo de Interés Cívico de Baltimore y el Congreso de Igualdad Racial (CORE) que inició los “paseos de la libertad” y la desobediencia civil dentro de los lugares segregados públicos y privados. Estos grupos realizaron acciones de ocupaciones, marcharon, se reunieron y resistieron ataques racistas por toda la Ruta 40 que conecta Washington, DC y Baltimore.

La campaña de 1961 de estos dos grupos principalmente liderados por jóvenes en la Ruta 40, ejerció presión sobre el gobierno de Kennedy y el gobernador de Maryland, J. Millard Tawes, para pedir la desegregación en la zona. A finales de 1961, el éxito de la campaña de la Ruta 40 promovió al Grupo de Interés Cívico para que extendiera las protestas a otras ciudades“, al este de la Bahía”, incluyendo Cambridge.

En enero de 1962, el Grupo de Interés Cívico y el Comité Coordinador No Violento de Estudiantes, comenzaron a organizar a los estudiantes y activistas locales nuevos del Segundo Barrio para poner fin a la situación de ciudadanos de segunda clase y la discriminación. Una gran marcha de cientos de personas marchó en las áreas céntricas segregadas de Cambridge. Muchos de los manifestantes fueron golpeados por residentes blancos racistas y detenidos por la policía local.

La represión no detuvo el movimiento. A lo contrario, esa misma noche 300 residentes se reunieron en una iglesia simpatizante a los manifestantes. Muchas de las personas que asistieron fueron las madres de los estudiantes que fueron detenidos o golpeados ese día por la mañana. Después de esta reunión de padres y residentes, nació el Comité de Acción No Violenta de Cambridge (CNAC).

Semana tras semana, los manifestantes de CNAC continuaron apuntando a lugares segregados en y alrededor del área de Cambridge. Este esfuerzo forzó al gobernador Tawes a aprobar una ley anti-discriminación para poner fin a la segregación en lugares públicos en todo el estado. Sin embargo, la legislación fue invalidada cuando los legisladores racistas insertaron una cláusula que permitía a los condados simplemente eximirse de la ley.

Los activistas de CNAC continuaron su lucha para acabar con la segregación a lo largo de 1962, dirigida particularmente contra la piscina de natación de Cambridge, la pista de hielo y el cine.

El liderazgo de Gloria Richardson

Gloria Richardson se vio envuelta en las protestas CNAC por su hija, Donna Richardson, una líder estudiantil de la escuela secundaria. Sus esfuerzos como líder militante del CNAC hicieron que algunos la llamasen “Gloriosa Gloria” o incluso “la Segunda Harriet Tubman”.

En la primavera de 1963 Gloria Richardson y el CNAC trajeron sus demandas de lucha contra la segregación e igualdad económica al consejo local de la ciudad y comenzaron a realizar manifestaciones de enfrentamiento que duró varias semanas. Los miembros del CNAC creían en la no violencia como una táctica, pero no en la filosofía del pacifismo. Como un líder CNAC lo puso: “No vamos a iniciar la violencia. Pero si nos atacan, nosotros no vamos a poner la otra mejilla”.

El 13 de junio de 1963, 500 manifestantes marcharon en el centro, chocando con los racistas. Gobernador Tawes celebró una reunión en la que se ofreció acelerar la integración escolar, construir vivienda pública, y establecer una comisión bi-racial si los líderes de la protesta aceptaban poner fin a las protestas. El CNAC lo rechazó, sin confiar en la sinceridad de la oferta. El 14 de junio, Tawes declaró la ley marcial y envió tropas a Cambridge para sofocar las protestas.

Después de que la CNAC se reunió con Tawes, la Guardia Nacional salió de Cambridge el 8 de julio. El 10 de julio, cientos de racistas blancos rodearon a los manifestantes negros durante una marcha hacia el Palacio de Justicia, lo que condujo a otra batalla. La Guardia Nacional volvió a entrar en Cambridge, donde permaneció hasta el año siguiente.

El 23 de julio, el Tratado de Cambridge fue firmado entre las autoridades municipales, organizaciones de derechos civiles y el Departamento de Justicia. El acuerdo estableció la integración inmediata en las escuelas y los hospitales, la construcción de viviendas públicas de bajo alquiler, el Departamento de Seguridad Laboral de Maryland y la Oficina de Correos comenzaron la contratación de trabajadores negros, el nombramiento de una Comisión de Relaciones Humanas y una enmienda a la constitución de la ciudad para acabar con la segregación de espacios públicos.

El Tratado, una victoria ganada a través de la organización y la lucha militante de resistencia de los residentes de Segundo Barrio, se deshizo cuando los políticos segregacionistas y empresarios convocaron a un referéndum. Richardson tomó la polémica decisión de llamar a un boicot del referéndum, a pesar de que los derechos civiles probablemente hubieran podido ganar. Argumentó que: “Un ciudadano de primera clase no le ruega a la estructura del poder blanco a que le diera algo que los blancos no tienen el poder de dar o quitar. Los derechos humanos son los derechos humanos, no derechos de blancos”. Ella destacó además que el enfoque del Tratado sobre la segregación oscurecía las demandas de vivienda y la igualdad económica.

La movida de Richardson alienó a los grupos establecidos en defensa de los derechos civiles, pero se convirtió en un polo de atracción para la próxima generación de jóvenes militantes en desarrollo en la dirección del Poder Negro. Cambridge se polarizó aún más, haciendo que el gobierno tomaba medidas enérgicas para mejorar las condiciones y evitar “guerra civil” que Richardson alertó podía suceder.

Esos años de intensa lucha mostraron un lado diferente del movimiento de derechos civiles. Más allá de las batallas conocidas y de líderes prominentes, era una época de agitación social constante, en el que los oprimidos se dieron cuenta de su poder para organizarse. De la “gente común” emergieron nuevos líderes—mujeres y hombres.

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