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Comienza el juicio para Scott Warren, que se enfrenta a 20 años por ayudar a los migrantes que cruzan el desierto

Foto: No More Deaths
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Scott Warren Foto: No More Deaths

“Antes de la tierra y los animales y la gente había agua. El agua es vida”.

Estas fueron las palabras pronunciadas por Amy Juan de la Nación Tohono O’odham en el exterior del Palacio de Justicia Federal de Evo A. DeConcini el 29 de mayo cuando se reunió una multitud en apoyo de Scott Warren, un voluntario de ayuda fronteriza de 36 años que está siendo procesado por brindar ayuda humanitaria a los migrantes que cruzan el mortífero desierto del sur de Arizona.

Warren, un voluntario de la organización de ayuda humanitaria No More Deaths (No Más Muertes), está siendo procesado por el gobierno de los Estados Unidos en una corte federal acusado de un delito de conspiración criminal por haber transportado y acogido a “extranjeros ilegales”, y dos delitos de acogida. Si es declarado culpable de estos tres graves delitos, se podría enfrentar 20 años tras las rejas.

Warren reside en Ajo, un pequeño pueblo en el desierto al oeste de Tucson, AZ, epicentro de una crisis humanitaria. Rodeado de millones de acres vacíos, Ajo está ubicado en el condado de Pima, en la que la oficina del médico forense ha identificado más de 3,000 cadáveres entre 2000 y 2018 como restos de personas que murieron cruzando el desierto. Muchos miles más nunca serán encontrados.

La idea de que todos los seres humanos tienen derecho a agua, comida, refugio y seguridad fue lo que motivó a Warren a mudarse a Ajo hace seis años y ayudar a las personas a sobrevivir al implacable y traicionero desierto de Sonora, que puede alcanzar los 49 grados centígrados durante el día y bajar drásticamente durante la noche. El agua y la comida escasean. A lo largo de esta caminata, las ampollas y heridas en los pies pueden conllevar la muerte, ya que significa quedar rezagado.

Las organizaciones como No More Deaths intentan evitar que muera gente proporcionando agua, alimentos y kits de supervivencia vital que incluyen suministros de primeros auxilios, cloro y gasas para desinfectar el agua, dejándolos en el desierto.

El punto de reunión para los voluntarios de la NMD que ofrecen ayuda humanitaria en el duro desierto es un edificio ruinoso de propiedad privada llamado “The Barn” (“El Granero”). Fue aquí donde, el 14 de enero de 2018, dos migrantes centroamericanos llamados Kristian Perez-Villanueva y José Arnaldo Sacaria-Goday llegaron hambrientos y sedientos después de compartir un solo Gatorade y un burrito durante dos días.

En los tres días siguientes, Warren y otros voluntarios ayudaron a Kristian y José a recuperarse, contactaron con enfermeras y médicos y les proporcionaron medicamentos, alimentos y agua, todas las cosas que las autoridades de inmigración y la patrulla fronteriza de los Estados Unidos no acostumbran a hacer.

El 17 de enero de 2018, No More Deaths publicó un video incriminatorio donde se aprecian agentes de la Patrulla Fronteriza destruyendo contenedores de agua para los migrantes. Un informe conjunto de La Coalición de Derechos Humanos y No More Deaths detalla cómo los agentes de la Patrulla Fronteriza de los EE.UU. destruyeron intencionalmente más de 3,000 galones de agua para los migrantes, lo que provocó un número indeterminado de muertes y causó un alboroto nacional.

A las pocas horas de la publicación del video titulado “Vandalismo de ayuda humanitaria por la Patrulla Fronteriza, 2010–2017”, dos agentes de la Patrulla Fronteriza comenzaron a vigilar The Barn, arrestaron a Warren y detuvieron a Kristian y José. El carácter político y de represalia del arresto es indiscutible.

Cuando No More Deaths, un ministerio de la Iglesia Unitaria Universalista de Tucson, expandió sus operaciones a Ajo hace varios años, se convirtió en el objetivo de las autoridades de inmigración y patrulla fronteriza de los Estados Unidos por destapar su salvaje política de inmigración, desarrollada por sucesivas administraciones Demócrata y Republicana, de controlar el flujo de migrantes por medio de conducirles a través del desierto.

Desde la adopción de la estrategia de la patrulla fronteriza de la era Clinton llamada “prevención a través de la disuasión” a fines de 1994, el objetivo de la Patrulla Fronteriza ha sido aumentar el número de agentes, construir muros y barreras fronterizas y usar tecnología para disuadir el flujo de migrantes en cruces importantes, particularmente en regiones pobladas. El resultado, totalmente intencional, es forzar a los migrantes a cruzar las rutas del desierto más escarpadas, distantes y peligrosas que conducen a un aumento masivo de muertes. Esta política de usar el desierto como arma ha sido complementada por una ofensiva contra las organizaciones de ayuda.

El Desierto de Sonora se erige hoy como uno de los cementerios más grandes del planeta como consecuencia de las políticas racistas de los Estados Unidos, las cuales fueron establecidas para gestionar las olas de migración puestas en marcha por otras políticas racistas de los Estados Unidos, como el saqueo criminal de México conocido como TLCAN.

Conduciendo a través de Tucson el día de la apertura del juicio de Warren, se podían ver muchas pancartas en apoyo de No More Deaths que decían, “La ayuda humanitaria jamás es un crimen”. En el sur de Arizona, el apoyo a No More Deaths y a su misión es fuerte.

El resultado de este juicio será crítico para el futuro de las organizaciones de ayuda humanitaria, y también para los derechos individuales de quienes eligen ayudar a los migrantes. El escandaloso enjuiciamiento de Warren y la posible sentencia de 20 años si es declarado culpable están diseñados para tener un efecto escalofriante en las comunidades que han ayudado a los migrantes durante generaciones. Muchos se preguntan: “¿Qué pasará con el resto de nosotros?”

Además, el gobierno de los Estados Unidos espera que la condena de Warren pueda ayudar a redefinir lo que legalmente se considera “acoger” a los migrantes. Warren nunca se cuestionó acudir a The Barn o ayudar a los migrantes con sus necesidades básicas a medida que iban llegando de paso hacia su destino final. No More Deaths funciona dentro de los límites legales de la ley humanitaria y de los EE.UU. para brindar asistencia vital. Durante muchos años, los grupos de ayuda humanitaria han proporcionado estas necesidades, incluido el tratamiento médico.

La aplicación de leyes de tráfico ilícito a los trabajadores de ayuda humanitaria que proporcionan medicamentos, alimentos, agua y orientación a los migrantes tiene implicaciones generalizadas para todas las organizaciones humanitarias, de derechos de los inmigrantes y otras organizaciones en todo el país que trabajan con comunidades indocumentadas.

El 29 de mayo, acudieron personas al juzgado federal de Tucson de forma masiva para exigir que se retiraran todos los cargos. Esto es lo que sucedió el primer día del juicio:

  • A las 8:00 de la mañana, los voluntarios y simpatizantes de No More Deaths se reunieron en la esquina noroeste del edificio del Palacio de Justicia Federal Evo A. DeConcini para mostrar su apoyo a Scott Warren. Alrededor de las 9:00, los simpatizantes se dirigieron hacia el interior.
  • A las 9:30 comenzó la selección del jurado en la sala de audiencias 5D. Solamente el jurado fue recibido dentro de la sala. El resto de la gente fue hacinada dentro de una sala auxiliar en el primer piso y vieron los procedimientos de selección en directo a través de un televisor.
  • Se seleccionó un jurado de 15 personas, incluidos 12 jurados y tres suplentes. Hay pocas personas de color en este jurado. Algunos jurados tienen relación con la policía o la patrulla fronteriza.
  • La misión de la fiscalía en su apertura es demostrar que existe evidencia más allá de toda duda razonable de que Scott Warren estaba “acogiendo a extranjeros ilegales” a sabiendas contra la ley de los EE.UU., mientras que la defensa ha declarado que no hubo intento de incumplir la ley, y que Warren cumplía con el protocolo de No More Deaths que se encontraba dentro del marco legal.
  • El caso puede reducirse a “intención”, en si Warren tuvo o no la intención de violar la ley, ya que simplemente estaba haciendo un buen acto samaritano al proporcionar, “1. Comida y agua para los hambrientos, 2. Refugio y ayuda para los heridos y cansados, y 3. Orientación para los perdidos”.
  • El abogado del estado Nathaniel Walters sorprendió declarando ante el jurado: “Este caso no se trata de ayuda humanitaria”, en un intento de hacer desaparecer la crisis humanitaria en curso de la mente de los jurados. Eso intuye cuál será la estrategia de la fiscalía, es decir, eliminar el contexto en el que tuvieron lugar las acciones de Warren. Quieren dejar de considerar la política asesina del gobierno de los Estados Unidos que crea las condiciones de muerte y desesperación en el desierto de Sonora, que hacen que la ayuda humanitaria de Warren y sus colegas sea necesaria en primer lugar.
  • Se mostraron pruebas con respecto a “The Barn“, y después de la comparecencia del testimonio de la fiscalía, Marquez, uno de los dos agentes de la Patrulla Fronteriza que arrestaron a Warren, el juez Collins terminó el día con el interrogatorio a Marquez programado para el día siguiente.

Todas las personas progresistas y revolucionarias deben posicionarse en solidaridad con Scott Warren, No More Deaths, y con todos los individuos que ayudan a personas indocumentadas en los Estados Unidos. ¡Exigimos que se retiren todos los cargos de inmediato!

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