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Con su control sobre África Occidental debilitado, las potencias imperialistas consideran invasión de Níger

Foto: Avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos despega de la Base 201 en Níger. Foto del dominio público. 

Níger se ve confrontado con la posibilidad de una invasión apoyada por Estados Unidos y Francia que amenaza a la región entera con caos y sufrimiento. La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS) ha amenazado a la nación de África Occidental con intervención militar después de la toma de poder por el General Abdourahamane Tchiani, quien depuso al anterior presidente Mohamad Bazoum el 26 de julio. Además, el bloque regional de la ECOWAS efectuó sanciones económicas, con la meta de estrangular a uno de los países más pobres del mundo. Burkina Faso y Malí han declarado que considerarían una intervención militar por ECOWAS y el Occidente como una declaración de guerra en contra de sus naciones también. 

En los últimos días, Níger ha experimentado demostraciones de miles de personas que apoyan el golpe y exigen la retirada de tropas francesas. Los manifestantes trataron de asaltar la embajada francesa para expresar su indignación por las décadas de dominio colonial y neocolonial que ha sufrido su país.

La amenaza de conflicto militar imperialista es inminente 

Los antiguos poderes coloniales Francia, la Unión Europea, y Estados Unidos han declarado su apoyo firme para el presidente previo pro-Occidente Mohamed Bazoum. En un artículo de opinión publicado por el diario Washington Post la noche del miércoles, Bazoum hizo una declaración peligrosa suplicando que Estados Unidos y “la comunidad internacional” restauren a su gobierno –un pedido de intervención militar finamente velado.  

La región del Sahel ya ha experimentado los efectos de la intervención de Estados Unidos y Europa. En 2011 la intervención de Libia por la OTAN y el asesinato de Muammar Ghadafi recrudeció el tumulto regional hacia extremos nuevos y complejos. Como consecuencia de la destrucción de un país del Norte de África en la guerra llevada principalmente por Estados Unidos, Francia, y el Reino Unido, el conflicto armado cruzó fronteras hasta llegar a África Occidental. Conflictos étnicos y religiosos existentes en la región se inflamaron en el caos que precedió al colapso de Libia, como la antigua lucha de fuerzas tuareg en el norte de Malí por un estado independiente. Mientras que estos conflictos empeoraban, grupos armados de derecha extremista islamista lograron aprovechar el vacío para establecer control político y económico en zonas grandes. El cambio climático también fue un factor importante que influenciaba la situación, ya que la expansión regular de zonas desérticas creo competencias más intensas por el agua disminuyente y las tierras arables. Usando el pretexto de combatir combatientes religiosos fundamentalistas, en el 2014 Francia formó el G-5 Sahel, una alianza militar que incorpora a Burkina Faso, Malí, Níger, Chad, y Mauritania. El ejército estadounidense tuvo un rol de apoyo en este esfuerzo.

Pero esto no eliminó a los grupos fundamentalistas armados. Estas fuerzas se mantienen altamente activas y mantienen territorio, algo que puede expandir en el caos de intervención militar en Níger. Sin embargo, lo que esta medida supuestamente en contra del terrorismo sí logró fue consolidar y expandir la presencia militar de los poderes occidentales por toda la región. A medida que oficiales militares en Malí y Burkina Faso expulsaron gobiernos prooccidentales en el 2021 y 2022, la importancia de Níger creció como último baluarte de los imperialistas. El Comando del Pentágono de África  (AFRICOM) mantiene actualmente una instalación enorme de drones en la Base Aérea 201 de Níger cerca de la ciudad de Agadez. El establecimiento de esta base fue el proyecto de construcción más grande jamás ejecutado por las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. El Pentágono tiene aproximadamente 1,100 tropas basadas en Níger, y Francia tiene aproximadamente 1,500. 

Por ahora, Francia, la Unión Europea y Estados Unidos niegan tener planes de intervención militar directa en Níger. El 2 de agosto, el ministro de relaciones exteriores italiano Antonio Tajani comentó que tal cosa sería “percibida como una nueva colonización”.  Una invasión directa puede ser costosa y riesgosa, como demuestran las ocupaciones trágicas de Iraq y Afganistán. Las fuerzas imperialistas occidentales preferirían usar poderes subsidiarios regionales como ECOWAS para intervenir en nombre de la “democracia”.

Cuando Malí expulsó las últimas tropas francesas y de las Naciones Unidas del país, ECOWAS estableció una fuerza regional independiente. Este esfuerzo fue liderado por secretarios de defensa de naciones miembro con la meta declarada de combatir el terrorismo y prevenir intentos de golpes en los estados miembros. Las tropas están compuestas de soldados de las naciones que forman el bloque regional. El hecho que existe un sentimiento antifrancés, antiimperialista en masa en África Occidental hace mucho más atractivo usar esta fuerza. 

La ‘democracia’ de Níger según los imperialistas

Detrás del ruido hecho por los países imperialistas sobre la democracia y los derechos humanos está un cinismo de interés propio. La democracia para Francia, Estados Unidos, y la Unión Europea no se trata de respeto por los derechos del pueblo ni por la autodeterminación. A los países africanos se les otorga la etiqueta vacía de “democracias” si las corporaciones occidentales son los benefactores primarios de materias primas baratas –especialmente para energía– el movimiento sin trabas de mercancías a través de las cadenas de suministro, y los pagos regulares y a tiempo de deudas a los bancos occidentales.

En 1960, varios países de África Occidental ganaron su independencia después que cayó la Cuarta República Francesa. La independencia política fue declarada en papel, pero la dependencia económica con Francia estranguló a la región. Francia se adueña del 50% de las reservas de moneda extranjera de África Occidental dentro del tesoro público francés, que usa en las transacciones comerciales en el mercado mundial. La moneda CFA franc de África Occidental está atada al valor del euro, lo cual previene una política monetaria independiente y el desarrollo independiente.

Níger es el séptimo productor más grande en el mundo de uranio, contribuyendo el 5% de la cantidad al mercado global. La producción de uranio en Níger está dirigida por la compañía francesa Orano, que es dueña del 63.4% de la firma basada en Níger Société des Mines de l’Aïr (SOMAÏR). En 2022, el país fue el segundo más grande proveedor de uranio natural a la Unión Europea, mientras que Francia importa el 15% de su uranio del país.

África Occidental se levanta contra el neocolonialismo 

Después del ultimátum de ECOWAS, los gobiernos transicionales de Burkina Faso y Malí juntos denunciaron la organización regional por imponer sanciones y por emitir amenazas de intervención militar a nombre de los antiguos poderes coloniales. La declaración conjunta marcó la legitimidad disminuyente de las instituciones neocoloniales de la región y enfatizó la soberanía territorial y el derecho a la autodeterminación de los pueblos del continente africano. Los dos estados declararon su solidaridad indudable al pueblo y al gobierno de Níger mientras que explícitamente dijeron que una intervención militar dirigida por ECOWAS significaría el retiro de las dos naciones miembros de la organización, y significaría una “declaración de guerra” contra Burkina Faso y Malí. Guinea el domingo emitió una comunicación aparte expresando una condena similar contra ECOWAS y apoyo para Níger.

Los movimientos populares y organizaciones políticas como el Movimiento Socialista de Ghana, la Organización del Pueblo de África Occidental, y el Partido Comunista de Benín, publicaron declaraciones sobre la situación en Níger, denunciando la posibilidad de guerra instigada por los imperialistas.  

Los acontecimientos dramáticos de la semana pasada –y la tendencia más amplia del colapso de gobiernos prooccidentales de la región– hace claro que África Occidental está harta de la violación de su soberanía por los anteriores gobiernos coloniales. Este rechazo del neocolonialismo puede tomar muchas formas, con movimientos populares y rebeliones militares ocurriendo simultáneamente e interactuando entre sí.

Esto es una gran causa de preocupación entre los poderes imperialistas. El gobierno de Estados Unidos, con sus aliados franceses, no deberá ingeniar una intervención militar que puede descomponerse en una guerra regional desastrosa. Todas las tropas de Estados Unidos y Francia deberían ser retiradas ahora. Y todos en Estados Unidos que apoyan la independencia de los pueblos de África deberían oponerse al saqueo despiadado de los recursos del continente por las corporaciones multinacionales y los bancos de Wall Street que nos explotan y oprimen a todos.

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