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El enorme ataque israelí a Yenín no puede quebrantar el espíritu de Palestina

En un ataque brutal del 3 y 4 de julio, fuerzas israelíes mataron a por lo menos 12 Palestinos y lastimaron a cientos de personas en un campamento de refugiados en Yenín, Cisjordania. El ejército israelí lanza lo que es etiquetado como “su operación militar más intensa en Cisjordania ocupada” en casi 20 años contra una “fortaleza militar”. La gran fuerza de Israel, apoyado criminalmente y armado por el gobierno estadounidense, desplegó su potencia de fuego sobre un pequeño campamento de refugiados, solo un poco más pequeño que el aeropuerto internacional Dulles en Washington, DC.

Según la ONU, el campamento de refugiados en Yenín es uno de los campamentos más empobrecidos en Palestina, y sufre las tasas más altas de desempleo. El campamento, ubicado en la parte norte de Cisjordania, fue establecido en 1953 y sufrió muertes masivas debido al terror israelí durante la Segunda Intifada en 2002. Yenín es bien conocido por su militancia y recientemente por su resistencia armada. 

Este último asalto fue hecho para aterrorizar a las y los 17,000 Palestinos refugiados en el campamento con tácticas ofensivas, incluyendo drones, helicópteros de ataque Apache y fuerzas terrestres, incluyendo 1,000 tropas israelíes y buldóceres del ejército que arrancaron las calles y destrozaron casas. Las Fuerzas de Defensa de Israel reclamaron que llevaron adelante estos asaltos para erradicar a las y los militantes, después de que inesperadamente enfrentaron una resistencia feroz cuando atacaron a Yenín hace dos semanas y mataron a cinco Palestinos. En el último año, Israel ha conducido asaltos militares casi diariamente en Cisjordania. 

Según la Media Luna Roja Palestina, el combate obligó a miles de Palestinos a huir de sus casas en Yenín. El ministro de salud palestino, May al-Kaila, dijo que Israel también ha “atacado [varios] hospitales, personal médico y ambulancias [y]… asaltaron al hospital público de Yenín y abrieron fuego…” Israel también diezmó la infraestructura básica y las carreteras principales del campamento para castigar ampliamente “el bastión de la resistencia popular en Yenín y proyectar una imagen [falsa] de invisibilidad de la sociedad israelí…”.

Después de reportes del retiro de tropas de Yenín, el líder de extrema derecha de Israel, Benjamin Netanyahu, juró que Israel seguiría dirigiendo sus ataques a ciudades Palestinas. Nada de esto sería posible sin el apoyo económico y militar consistente de los Estados Unidos a Israel, quien ha recibido más de $158 billones en ayuda militar durante años. 

Desde que Netanyahu fue electo por el gobierno de coalición –el parlamento más extremo de derecha y religiosamente conservadsor hasta ahora– Israel ha acelerado miles de nuevos asentamientos ilegales en Cisjordania. Esta es la mayor invasión sionista sistemática en territorio palestino desde 2012.

Aun con el aumento de fuerzas de derecha extrema en el gobierno israelí, los EE. UU. se mantienen comprometidos en apoyar a Israel. El secretario de estado, Anthony Blinken, dijo el año pasado que “la asociación EE. UU. – Israel… siempre ha sido suscrito por la obligación acorazada de Estado Unidos con la seguridad de Israel”. La falta de conciencia de cualquier acción para reducir la violencia de Israel por parte de la administración Biden solo alentará a las fuerzas de extrema derecha en Israel a continuar su proyecto de colonización a pesar de que sea mayormente reconocido y universalmente condenado como un estado de apartheid.

Palestinos continúan luchando por su libertad a pesar de la ocupación en curso y las tácticas terroristas por parte de Israel. Tiendas y oficinas a través de Cisjordania fueron cerradas en una huelga general para protestar el asalto israelí sobre Yenín, con muchas personas tomando las calles en varias manifestaciones para denunciar el ataque y apoyar a las y los militantes en Yenín. 

La Red de Solidaridad de Prisioneros Samidoun reporta que, a pesar del abrumador poder de fuego de Israel, sus tropas no pudieron entrar al centro del campamento Yenín, el que fue defendido por sus militantes. Solo justo unas horas después que el ejército Israelí se retiró, miles de residentes enojados de Yenín tomaron las calles para atender al funeral para nueve de quienes fueron asesinados.

Samidoun cita a Randa Musa, la viuda de Khader Adnan, quien fue un prisionero Palestino y un héroe que murió en mayo después de una huelga de hambre de 86 días, al hablar sobre el significado de la lucha de las y los Palestinos: “el campamento Yenín siempre ha sido una llama de coraje y levantamiento ante la ocupación. Por eso es que el ocupante pretende destruir la arena revolucionaria… todas y todos estamos orgullosos de Yenín y su brigada, que es un modelo de guerreros de resistencia, enfrentando el enemigo con vigor y fuerza. Palestina es nuestra desde el río hasta el mar a pesar de la invasión sangrienta”. 

La inmensa fuerza letal desplegada por Israel contra las y los miles de refugiados palestinos en el campamento de Yenín demuestra que no puede haber afirmaciones creíbles de “defensa propia” por parte de una de las fuerzas militares mejor equipadas del mundo. Israel es un Estado terrorista de apartheid apoyado por las y los criminales de guerra del gobierno estadounidense. Ahora es el momento para que todas y todos quienes creen en la justicia se unan en solidaridad con el heroico y sufrido pueblo palestino en su lucha por autodeterminación y liberación, y su demanda de que los EE. UU. pongan fin a su financiamiento a Israel.

Imagen destacada: tropas Israelís en Yenín. Wikimedia imagen: Magav-facebook.

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