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Indiana aprueba la primera prohibición del aborto después de Roe

Manifestación reciente en Indianápolis. foto de la Liberación.

Originalmente publicado en  Breaking the Chains.

El 5 de agosto, los legisladores de Indiana aprobaron la primera prohibición del aborto después de la revocación de Roe contra Wade, que prohíbe el aborto después de la implantación del embrión en el útero. El proyecto de ley, que entrará en vigor el 15 de septiembre, incorporó de forma limitada excepciones en caso de violación e incesto antes de las 10 semanas de la fecundación: para proteger la vida de la persona embarazada, o si el feto tiene una anomalía mortal. La ley también prohíbe por completo las clínicas de aborto, ordenando que todos los abortos se realicen en hospitales o en centros ambulatorios de hospitales.

En su prisa por prohibir el aborto, los legisladores de Indiana no pasaron el proyecto de ley por ningún comité relacionado con la salud, y el proyecto está lleno de incoherencias y disposiciones no científicas. Por ejemplo, el proyecto de ley prohíbe el aborto con medicamentos después de las 8 semanas de embarazo, incluso los embarazos cubiertos por una de las excepciones del proyecto de ley. Los defensores del derecho al aborto afirman que esto provocará una confusión masiva y un efecto de enfriamiento cuando los proveedores de servicios de salud intenten dar sentido a la nueva ley. 

La lucha por el derecho al aborto ha sido constante en Indiana, pero se intensificó cuando se filtró la decisión de Dobbs en mayo. Miles de personas se movilizaron con menos de dos días de antelación para salir a la calle en ciudades de todo el estado. Cuando la decisión de Dobbs se anunció oficialmente un mes después, volvieron a estallar las protestas en todo el estado. Los defensores del derecho al aborto hicieron guardia en el capitolio desde el 25 de julio hasta el 5 de agosto, cuando se firmó el proyecto de ley, mientras que otros se quedaron fuera del edificio escribiendo con tiza mensajes a favor del derecho al aborto y hablando del tema a los peatones.

Sin embargo, los legisladores estatales subestimaron la voluntad del pueblo. Varios legisladores citaron su fe personal como la razón para respaldar el proyecto de ley, explícitamente ignorando la impopularidad de la acción. El senador Rodric Bray sugirió que los ciudadanos que no estuvieran de acuerdo deberían expulsar a los legisladores responsables, sin tener en cuenta el gerrymandering que sirve para elevar a las fuerzas reaccionarias, o el hecho de que el 32% de los escaños del Senado de Indiana que están actualmente en juego no tienen oposición.

Además de las restricciones extremas sobre cuándo y dónde se pueden realizar los abortos, la legislatura de Indiana también ordenó que los médicos les mintieran a sus pacientes. El proyecto de ley le exige a los médicos que les informen a las pacientes de que pueden “detener” o “revertir” los efectos del aborto con medicamentos siempre y cuando hayan tomado la primera píldora. La base no científica de esta afirmación procede del endeble estudio de un médico antiabortista, y no ha sido avalada por ningún organismo médico legítimo.

Legisladores de derecha divididos sobre las excepciones a la prohibición severa 

El acalorado debate en torno a las excepciones a la prohibición del aborto se prolongó hasta el día anterior a la aprobación del proyecto de ley. El representante John Jacob, que apoyaba la eliminación de las excepciones en casos de violación, declaró en la Cámara de Representantes: “El cuerpo dentro del cuerpo de la madre no es su cuerpo. Permítanme repetirlo: El cuerpo dentro del cuerpo de la madre no es su cuerpo. No es su cuerpo, no es su desición”.

A la representante Karen Engleman, que también apoyó la eliminación de la excepción por violación e incesto, se le recordó que hacerlo significaría obligar a niños pequeños a dar a luz. Ella respondió que obligar a una niña de 5º grado a llevar un embarazo a término es en realidad hacerle un favor, porque es “perjudicial poner a una menor en la posición de ser la nueva Jane Roe”. Del mismo modo, el representante Tim Wesco argumentó: “No se puede tratar la violación, una de las peores cosas que le puede pasar a alguien, no se puede tratar con el aborto”.

A pesar de que la extrema derecha utiliza la excusa de que dejar la legislación sobre el aborto en manos de los estados simplificará la ley sobre el aborto y dará voz a los votantes estadounidenses, la situación en Indiana demostró lo contrario. Los legisladores de la derecha, divididos, se enzarzaron en debates a puerta cerrada y extendieron las discusiones a sesiones extraordinarias para determinar si incluir o no las excepciones por violación e incesto en el proyecto de ley. El contenido de estos debates es aún más repugnante después de que una niña de 10 años, víctima de una violación en Ohio, cruzara las fronteras del estado para abortar en Indiana. 

Se ignora el apoyo popular al aborto

El pueblo de Indiana apoya en gran medida el acceso al aborto. Según una encuesta reciente, el 58% de los votantes de Indiana apoyan la decisión de Roe v. Wade, y sólo el 27% dijo que debería ser anulada. Esta tendencia no es exclusiva de Indiana. En todo el país, el 72% de los estadounidenses apoyan la decisión de Roe, y los votantes de Kansas votaron recientemente de forma contundente por mantener la protección del aborto en la constitución de Kansas.  

Sin embargo, cuando se le preguntó por un referéndum sobre el aborto en Indiana, el presidente pro tempore del Senado, Rodric Bray, y a la autora del proyecto de ley, la representante Susan Glick, rechazaron la idea. “Es un gobierno representativo el que tenemos, y es nuestro trabajo determinar y comunicarnos con nuestros electores y tomar decisiones basadas en eso”, explicó Bray. “Somos responsables ante nuestros electores, y cada cuatro años, al menos aquí en el Senado, ellos deciden si nos quedamos o si nos vamos”.

En realidad, los republicanos de Indiana sabían que si planteaban esta cuestión para que los votantes decidieran, el pueblo de Indiana habría votado a favor de proteger el derecho al aborto. 

Efectos a largo plazo del proyecto de ley

La prohibición introducida por los legisladores de Indiana tendrá el impacto más significativo sobre los pobres y la clase trabajadora. La tasa de mortalidad materna de Indiana, la tercera más alta del país y se estima el doble de la de Estados Unidos, es de 52 muertes por cada 100,000 nacimientos. Esta estadística es aún más alta en las zonas rurales de Indiana, con 76 muertes por cada 100,000 nacimientos. Estas zonas rurales se conocen como “desiertos obstétricos”, condados en los que no hay salas de obstetricia. Además, en el 2018, las mujeres negras representaron el 18% de las muertes maternas en Indiana, mientras que solo contribuyeron al 13% de los nacimientos. 

La prohibición del aborto en Indiana solo empeorará estas estadísticas, demostrando que los llamados republicanos “provida” no se preocupan realmente por la vida humana. Otro ejemplo que expone la hipocresía de los legisladores de extrema derecha de Indiana es que, en lugar de aumentar el apoyo a las familias tras la prohibición del aborto, Indiana está construyendo más cajas de bebés para los recién nacidos no deseados. 

Los efectos devastadores de la prohibición del aborto en Indiana se extenderán fuera de este estado. Illinois, que ya ha visto un aumento en el número de solicitantes de abortos fuera del estado desde la anulación de Roe, se enfrentará a una presión adicional a la luz de la prohibición de Indiana.

El proyecto de ley de Indiana sienta un precedente ominoso para la legislación posterior a Roe. No sólo destruye los derechos de los habitantes de Indiana, sino que dificulta el acceso al aborto a todos los habitantes del Medio Oeste. A pesar del apoyo popular al derecho al aborto, los republicanos aprobaron el proyecto de ley mediante reuniones secretas a puerta cerrada y luchas internas, sin tener en cuenta la pérdida de vidas que se producirá. Está claro que los legisladores de Indiana son enemigos del pueblo, y como pueblo debemos hacer oír nuestra voz. No podemos aceptar más prohibiciones draconianas sobre un procedimiento sanitario básico que salva vidas. El acceso al aborto es un derecho humano. Debemos salir a la calle y luchar.

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