Marcha de Millones con ‘hoodies’ a la familia de Trayvon Martin: ‘No están solos’

La madre de Trayvon Martin, Sybrina Fulton, habló a la multitud atenta en Union Square. “Nuestro hijo es su hijo”, dijo ella. La gente respondió, “No están solos”.

En discursos, consignas, y entrevistas, esto fue el tema contundente de la noche. Trayvon Martin podía ser cualquier joven negro y sólo murió por el color de su piel. De los miles de participantes que salieron a exigir justicia para Trayvon Martin,  dos-tercios eran afro-americanos. Adam, 43, le dijo al periódico Liberación, “Él salió a comprar dulces y nunca regresó. Por eso tu vez a tantos padres afuera hoy agarrando la mano de sus hijos. Ese podría ser nuestro hijo”.

Jóvenes negros cargaban pancartas hechas en casa que decían “No Disparen” igual que paquetes de Skittles y latas de te, los únicos artículos que Martin tenía en su persona cuando George Zimmerman le quitó la vida. Unos participantes blancos cargaban pancartas divulgando como ellos no son sometidos a la amenaza y violencia policial como se les someten a jóvenes negros y latinos. Todos portaban suéteres con capucha, conocidos como “hoodies” en inglés.

Tytiana Myers, 15, de la Escuela Preparatoria de Artes Escénicas y Tecnología (Thomas Jefferson) en Brooklyn dijo a Liberación, “Racismo no está terminado. Si hubiera matado a un niño blanco, [George Zimmerman] estaría en la cárcel”. “No pudo vivir su vida sólo porque era negro”, agregó su compañera de clase, Sabre Oneil, 16.

“Esto muestra que no estamos en una sociedad pos-racial sólo porque hay un presidente negro”, dijo Sasha Murphy del Partido para el Socialismo y la Liberación. “Muestra que tenemos que organizar y luchar para traer cambio fundamental”. El PSL trajo pancartas que leían “Justicia para Trayvon Martin” y citando a Malcolm X, “No puedes tener capitalismo sin racismo”.

Yari Osorio, candidato vicepresidencial del PSL, también participó en la marcha de Union Square y dijo a Liberación, “El 1% usa el racismo para lanzar guerras en el Medio Oriente, ataques contra los inmigrantes, la brutalidad policial, y la encarcelación masiva de gente negra y latina”. Peta Lindsay, candidata presidencial del PSL, se unió con una marcha similar en Los Ángeles y hizo un llamado para un nuevo movimiento para combatir la violencia racista.

Al momento que la madre de Trayvon Martin estaba siendo acompañada fuera de la multitud en Union Square, una voz resaltó sobre las demás. “¡Te estamos cuidando!” Una anciana mujer afro-americana gritó después de Fulton, repitiendo la promesa múltiples veces hasta que ella salió por completo del parque.

Mitin emocional crea marchas masivas espontáneas

Después del mitin inicial, lleno de discursos y gritos apasionados, miles llenaron la Calle 14 para iniciar una marcha. La policía hizo varios intentos para forzar la marcha a la acera, pero no pudo contener la masa de gente indignada. El coraje se convirtió en cantos poderosos de “No Justicia, No Paz”—y más y más a “No Policía Racista” mientras que la policía de Nueva York intentaba maniobrar a la gente.

Muchos participantes hicieron una conexión clara entre las “vigilancias de vecindarios” en Sanford, Fla. y las tácticas de “Detener y Esculcar” de la policía de Nueva York, que resultó en casi 700.000 detenciones sólo en el año pasado. El programa está concentrado mayoritariamente en comunidades negras y latinas, y sólo hace un mes que el joven Ramarley Graham de 18 años fue balaceado a muerte por oficiales que se forzaron dentro de su apartamento sin una orden de entrada.

La marcha creció mientras pasó por bajo Manhattan, atrayendo miradores y participantes que llegaron tarde. El destino original planeado para la marcha era las Naciones Unidas, el cual estaba reconociendo ese día como el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial. La policia de Nueva York, que siempre intenta acorralar, separar, y finalmente desplazar a las marchas que no están bajo su manejo estricto, canalizó a la marcha hacia Union Square en coordinación con varios políticos del Partido Demócrata presentes. Los miembros del Consejo Municipal que habían dirigido el primer mitin, incitaron a la multitud a que pusieran fin a la protesta.

Llenos de coraje, e insatisfechos con tan corta marcha, activistas y otros comenzaron a agitar para que la marcha continuara. Poco después, mas de 1.000 personas comenzaron a marchar hacia el centro, jugando al gato y ratón por las siguientes dos horas con la policía intentando de contenerlos. A cierto punto, los manifestantes superaron a las barricadas alrededor del toro de Wall Street, hasta finalmente terminando por la autopista occidental de la ciudad. En la confusión de la noche, otra marcha de tamaño considerable salió hacia el norte de Union Square, finalmente arribando a Times Square.

En los últimos seis meses, innumerables marchas espontáneas han ocurrido en la Ciudad de Nueva York, desde el Día de Coraje para Troy Davis en septiembre, hasta las numerosas acciones de los Indignados, y la marcha militante de South Bronx contra el asesinato de Ramarley Graham y la golpiza de Jateik Reed en febrero.

En su totalidad, estas acciones han otorgado fuertes desafíos al sistema draconiano de la policía para manejar marchas en la cual eventos pre-aprobados están radiados por barricadas metálicas y muestras masivas de fuerza. La Ciudad de Nueva York sin duda es la más represiva a actividades de libre expresión en los Estados Unidos. Todo activista y revolucionario debería dar bienvenida al aumento de militancia de estos eventos, pero también se ha mostrado que se necesita mejor preparación logística, coordinación en las calles y liderazgo.

Cuando un gran número de personas empieza a perder el miedo — convirtiendo la consigna de “¿A quién le pertenece las calles? – ¡A Nosotros!” a una realidad, esto tiene gran potencial de cambiar el carácter de las manifestaciones. En Oakland, la represión policial al campamento militante de Occupy – cuyo ataque casi mató a Scott Olsen, veterano de la Guerra en Irak – motivó el movimiento a llamar la huelga general que cerró los muelles de la ciudad, y contribuyó a la maduración de tácticas de protesta.

A mantener la presión

El caso de Trayvon Martin ha causado mucha ira, particularmente en las comunidades afro americanas. Miles de personas asistieron a un mitin en Sanford, donde fue asesinado Martin, mientras que cientas de personas se reunieron en protestas en Los Angeles, Chicago, y otros lugares. Muchos de estos eventos fueron organizados y dados publicidad en Facebook. Mina Saywhat, 25, dijo, “Si no fuera por la gente en protesta, enviando mensajes de Twitter, difundiendo el mensaje en las redes sociales, se habría desaparecido este caso”.

Definitivamente no se ha desaparecido la historia. Casi todas las personas entrevistadas expresaron sus intenciones de marchar hasta que se consiga la justicia.

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