Winnie Mandela, la combatiente

Nomzamo Winfreda Zanyiwe Madikizela-Mandela, más conocido como Winnie Mandela, estaba al lado de Nelson Mandela cuando él falleció en un hospital de Johannesburgo a los 95 años, junto con su esposa actual Graca Machel y otros familiares. Winnie era mucho más que la esposa de Nelson Mandela cuando estaban casados. Ella siempre ha sido una fuerza de resistencia inclaudicable durante décadas en la lucha contra el apartheid, manteniéndose firme a pesar de la desintegración de su familia, la tortura física y campañas de desprestigio para asesinar a su personaje.

Nelson Mandela estuvo encarcelado durante 27 de los 38 años que estuvo casado con Winnie. Mientras que él se convirtió en la “cara del movimiento,” durante ese tiempo Winnie y muchas otras mujeres proporcionaron el liderazgo estratégico y táctico clave para el movimiento de liberación a nivel del día a día.

Una vida en la lucha

El nombre Xhosa de Winnie es Nomzamo, que se traduce como “la que lo intenta. “En una edad joven, a pesar de las limitaciones del apartheid en las oportunidades de educación para las personas negras, Winnie obtuvo una licenciatura en trabajo social y se convirtió en la primera trabajadora social médica negra en el Hospital Baragwanath en Johannesburgo. Más tarde, obtuvo su licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad de Witwaterstand.

Winnie se mantuvo fiel a su nombre y siguió luchando, transfiriendo su determinación para tener éxito educativo en el movimiento de liberación de Sudáfrica. Ella hizo campaña por la igualdad de derechos y se unió al Congreso Nacional Africano poco después de su matrimonio con Nelson Mandela. Ella luchó por la construcción de escuelas y clínicas para los africanos de la región.

Mientras que Nelson Mandela estaba en la cárcel, Winnie fue exiliada a la remota ciudad de Branford durante muchos años y confinada allí a excepción de visitas ocasionales a su marido. En 1969, fue encarcelada en la Prisión Central de Pretoria y colocada en confinamiento solitario, donde fue torturada y vivió en las peores condiciones de la prisión durante 18 meses. Pretoria era una cárcel especialmente brutal. Se dijo que las autoridades de la prisión ejecutaban hasta siete personas al día durante ese tiempo.

Ella permaneció abierta, y no se disculpaba por su ataque contra la supremacía blanca. En 1986, ella se negó a disociarse a sí misma de la practica de justicia popular conocida como: “necklacing,” por medio de la cual algunos luchadores oprimidos de Sudáfrica ejecutaban a los informantes de la policía y otros enemigos del movimiento.

Elementos moderados de la lucha de liberación nacional a menudo veían a Winnie Mandela como una liabilidad política a causa de su radicalismo. Por otro lado, muchos combatientes en África del Sur y activistas de todo el mundo se inspiraron en sus esfuerzos militantes, y comenzaron a seguir sus declaraciones políticas estrechamente.

Winnie fue la primera dama de Sudáfrica cuando Nelson se convirtió en presidente en 1994, después de la derrota del régimen de la minoría blanca. Durante este período, funcionó como la Viceministra de Arte, Cultura, Ciencia y Tecnología.

Su matrimonio con Nelson Mandela se acabó, y ella salió brevemente del centro de atención nacional. Sin embargo, incluso después del divorcio, ella fue reelegida como Presidenta de la Liga del Congreso Nacional Africano de Mujeres. Winnie luego regresó plenamente a la política. Ella sigue siendo una figura política importante hoy en día, tanto como miembro del Parlamento de Sudáfrica y el Comité Ejecutivo Nacional del ANC.

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