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Los trabajadores de UPS se preparan para un enfrentamiento histórico con el gigante corporativo

Foto: Trabajadores de UPS realizan una manifestación en la ciudad de Nueva York para exigir un contrato justo, a la que asisten miembros del PSL y otros partidarios de la comunidad. Foto de Liberation News

En solo unos meses, los Estados Unidos puede experimentar una lucha laboral cuya magnitud no se ha visto en más de 25 años. El contrato entre el sindicato de camioneros Brotherhood of Teamsters y UPS expirará este año, y es posible que haya huelga.

Mucho se ha escrito sobre el auge laboral de los últimos años. Desde la organización sindical de Starbucks en todo el país, hasta la ola de sindicalización entre los trabajadores académicos, hasta las importantes huelgas del sector público K-12 y la educación superior, está claro que existe un potencial real para la revitalización del movimiento laboral en los EE. UU. Lo que aún no hemos visto en los últimos años es que los trabajadores organizados tomen medidas de una manera que afecte la capacidad de la economía para funcionar a nivel nacional. Eso puede estar a punto de cambiar. 

Un jugador gigantesco en la economía

El contrato entre los Teamsters y UPS es el mayor acuerdo de negociación colectiva del sector privado en los EE. UU. Es un acuerdo nacional que cubre a unos 350,000 trabajadores en la vasta red de envío de la compañía. Debido a que esta es una unidad de negociación nacional, hay camioneros de UPS trabajando en todas partes del país. A diferencia de la mayoría de los otros conflictos laborales, este es uno que afectará a todas las áreas geográficas del país.

El acuerdo nacional y el gran número de trabajadores por sí solos no dan una idea clara de la magnitud de este conflicto potencial. Debemos prestar atención al poderoso papel que desempeña UPS en la economía. Todos los días, el equivalente al 6% de toda la economía de los EE. UU. se transporta dentro del sistema UPS. El equivalente a más del 2% de la economía mundial está dentro del sistema a diario.

El enorme Chicago Area Consolidated Hub de la compañía es la instalación de paquetes terrestres más grande del mundo y el mayor manipulador de contenedores intermodales en el hemisferio occidental, moviendo contenedores entre vagones, camiones y almacenes. Solo esta instalación emplea a 8,000 trabajadores que mueven 2.1 millones de paquetes diariamente. El centro de operaciones de paquetes aéreos de UPS se encuentra más al sur en Louisville, Kentucky. Aquí, el verdaderamente enorme Worldport Global Air Hub abarca unos 5.2 millones de pies cuadrados con 300 vuelos de carga que llegan y salen diariamente. Entre los 12,000 trabajadores empleados en este “superhub” y la automatización avanzada en toda la instalación, se procesan diariamente unos 2 millones de paquetes. En la temporada alta previa a las vacaciones, este número se duplica.

Mirando hacia atrás: la huelga de 1997 

Si bien es fácil imaginar cuán poderosa podría ser una huelga nacional en una empresa tan central para la economía, no necesitamos tenemos que especular. Podemos mirar a la historia. En 1997, los Teamsters participaron en una huelga de 15 días que resultó en que UPS perdiera más de $600 millones. Las industrias minoristas y otras que dependen de los servicios de UPS también se vieron afectadas significativamente por la huelga. 

La huelga también contó con un enorme apoyo público. Algo de esto puede explicarse por el papel altamente visible del conductor de UPS y la relación amistosa que muchas personas que trabajan desarrollan con el conductor que atiende su ruta. Estas relaciones personalizaron la huelga para muchos. 

El sindicato también tuvo mucho éxito en proyectar el tema principal de la huelga de una manera que resonó ampliamente en la clase trabajadora. Muchos de los trabajadores en los almacenes de UPS están empleados a tiempo parcial y tienen que esperar años para obtener un trabajo a tiempo completo. El tema principal de la huelga de 1997 fue crear más empleos a tiempo completo y acelerar este camino hacia el trabajo a tiempo completo. El sindicato reconoció que este problema no se limitaba a un solo empleador y luchó bajo el lema: “Estados Unidos a tiempo parcial no va a funcionar”. Muchos trabajadores que tenían múltiples trabajos a tiempo parcial o temían el tiempo parcial de sus propios trabajos se identificaron con los trabajadores de UPS cuya lucha se convirtió en un símbolo de una lucha más general contra la eliminación del trabajo seguro a tiempo completo por parte de las corporaciones estadounidenses.

Los trabajadores de UPS exigen dignidad y respeto

Hay ecos de 1997 en las demandas planteadas por los Teamsters en la pelea contractual de este año. Una ruta hacia el trabajo sostenible a tiempo completo sigue siendo un tema central del contrato, uno que se siente más ampliamente después de una disposición controvertida del acuerdo del 2018. Esta disposición creó una nueva categoría de conductor de automóvil combinado, conocida como 22.4 en referencia al artículo del contrato que crea la clasificación. El liderazgo actual de los Teamsters considera la creación de la posición 22.4 como el lanzamiento de un sistema de dos niveles dentro de la fuerza laboral de UPS a tiempo completo. Este problema se siente ampliamente por la membresía y la oposición a la posición 22.4 fue uno de los factores clave que impulsaron el voto “no” en el contrato de 2018.

El sindicato también ha destacado el exceso de trabajo y otros problemas de salud y seguridad en la preparación de las negociaciones. Las horas extraordinarias forzadas para los conductores, especialmente durante la temporada alta, han sido una fuente importante de conflictos y subrayan la necesidad de más conductores a tiempo completo. La protección contra el clima extremo también se ha planteado como un problema importante, tanto en los almacenes como para los conductores en la carretera. El presidente del Local 804 de Teamsters, Vinnie Perrone, ha descrito los camiones y almacenes en los que los Teamsters están trabajando como “infiernos” que han enviado trabajadores a la sala de emergencias.

Por último, el tema de los aumentos salariales seguramente será un tema importante en estas negociaciones. El pago a tiempo parcial ha sido un problema durante mucho tiempo y contribuye a la gran rotación de la fuerza laboral a tiempo parcial. Los trabajadores a tiempo completo han obtenido un salario por hora significativamente más alto a través de décadas de luchas contractuales, pero continuar siendo el líder salarial en la industria requerirá aumentos sustanciales, dado el impacto de la inflación récord.

Mirando hacia adelante: rumbo de colisión 

Es imposible saber con certeza cómo se desarrollarán las negociaciones entre los camioneros y UPS, pero varios factores en ambos lados indican que es probable que se produzca un conflicto intenso. Los disturbios se han estado gestando entre las filas de los trabajadores de UPS durante algún tiempo. 

De hecho, el último contrato en el 2018 fue rechazado por los miembros. El entonces presidente James Hoffa, Jr. utilizó una disposición arcaica en el contrato del sindicato para anular la votación e imponer el contrato. El actual presidente de los Teamsters, Sean O’Brien, rompió públicamente con Hoffa Jr. a principios de las negociaciones del 2018, estableciendo una campaña de años para la presidencia del sindicato. O’Brien, el jefe del Local 25 de los camioneros de Boston, reunió una coalición diversa de ex rivales unidos en torno a una visión de un sindicato que esté más dispuesto a enfrentar a los jefes. 

O’Brien y su Teamsters United ganaron contundentemente. Gran parte de este voto provino de los trabajadores de UPS que esperaban evitar una repetición del decepcionante contrato del 2018. O’Brien ha apostado su nueva presidencia y su imagen como figura nacional a una campaña exitosa en UPS. Ha estado hablando públicamente sobre la necesidad de emprender una huelga en la empresa desde la debacle de 2018. Necesita cumplir y parece querer genuinamente esta pelea. Es poco probable que los miles de trabajadores de UPS que sienten que se han estado quedando atrás durante años acepten algo menos que una gran victoria contractual.

No es probable que UPS simplemente se dé la vuelta. La compañía obtuvo ganancias récord de $11.3 mil millones en el 2022, pero pronostican un año más lento en el 2023. Esto ya se ha reflejado en algunos despidos de interés periodístico en el primer trimestre del año. La industria del transporte marítimo y la logística ha sido transformada por Amazon. Lo que antes era un cliente de UPS ahora también es un competidor. La empresa debe encontrar una manera de mantener su cuota de mercado en un entorno más difícil y un gran aumento de los costos laborales con respecto a su competencia no sindical: Amazon, FedEx, etc. –no será algo que los tomadores de decisiones de la compañía probablemente acepten.

Las negociaciones entre los Teamsters y UPS están en marcha. El Presidente O’Brien preside las negociaciones él mismo, una ruptura con la práctica anterior bajo el liderazgo de Hoffa Jr., y otra señal de la importancia de estas negociaciones para el nuevo liderazgo. El último día del contrato actual es el 31 de julio. Si no se llega a un nuevo acuerdo antes del 1 de agosto, es muy probable que se produzca una huelga. 

Cada trabajador tiene un interés en el resultado de esta lucha crucial. El apoyo público, incluida la participación en acciones de solidaridad coordinadas con el sindicato y el apoyo en los piquetes si estalla una huelga, será un factor muy importante en la lucha. A medida que se acerca el vencimiento del contrato de UPS, debemos correr la voz por todas partes sobre la enorme importancia de esta inminente batalla entre la clase trabajadora y las corporaciones estadounidenses.

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