Este artículo se publicó originalmente en 2015 para conmemorar el 70 aniversario del Día de la Victoria, que marcó el triunfo sobre el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Volvemos a publicar esto hoy, el 77º Día de la Victoria, en un momento en que la realidad de la lucha contra el fascismo está siendo gravemente distorsionada, borrando el papel principal jugado por la Unión Soviética en la guerra y desinfectando el legado de los colaboradores nazis. A continuación se presentan historias de heroísmo desplegadas por los soldados del Ejército Rojo en la batalla contra los invasores nazis que son prácticamente desconocidas en los Estados Unidos.
La ‘Novia Luchadora’
En abril de 1943, la ucraniana Mariya Oktyabrskaya, de 38 años (originaria de una familia campesina de la península de Crimea), se enteró de que su marido había sido asesinado en el frente oriental dos años antes. La devastadora noticia la enfureció hasta el punto de que, para desahogar su ira, vendió todas sus posesiones y usó el dinero para comprar un tanque mediano T-34 para el Ejército Rojo con la condición de que ella fuera la conductora.
Después de cinco meses de entrenamiento, Oktyabrskaya y su tanque, la “Novia luchadora”, se unieron a la 26.ª Brigada de Tanques de la Guardia cerca de Smolensk, Rusia. El 21 de octubre de 1943, Oktyabrskaya y su tanque participaron en un asalto a las líneas alemanas. Cualquier impresión de que la “Novia luchadora” era simplemente una estratagema de propaganda o un truco se desvaneció cuando destrozó los nidos de ametralladoras nazis y las piezas de artillería hasta hacerlos añicos.
En varias ocasiones, cuando se dañó el tanque de Oktyabrskaya, ella saltaba y hacía reparaciones para que su tripulación volviera a la lucha. La suerte de Oktyabrskaya se acabó en el pueblo de Shvedy, cerca de Vitebsk, cuando, al aplastar las trincheras y las ametralladoras alemanas, su tanque fue alcanzado por un proyectil antitanque. Después de reparar las orugas del tanque, un proyectil explotó cerca de Oktyabrskaya y recibió metralla en la cabeza. Permaneció en coma durante dos meses antes de morir el 15 de marzo de 1944.
Mariya Oktyabrskaya recibió póstumamente el título de Héroe de la Unión Soviética.
Escapar de los nazis en un bombardero nazi
Cuando el teniente mayor mordoviano de 27 años Mikhail Devyatayev (de la minoría de habla rumana en el oeste de la URSS) saltó de su avión en llamas, golpeó el estabilizador del avión y quedó inconsciente. Al aterrizar en territorio controlado por los alemanes, pronto fue capturado. Después de estar recluido primero en el campo de concentración de Łódź en Polonia, y luego en el campo de concentración de Sachsenhausen en Alemania, Devyatayev sabía que ser un piloto as ponía su vida en peligro, por lo que logró intercambiar identidades con un soldado de infantería soviético muerto.
Con su nueva identidad, Devyatayev fue trasladado a un campamento en Usedom, una isla en el Mar Báltico, donde trabajó como parte de un equipo de trabajos forzados para el programa de misiles alemán, reparando pistas y limpiando a mano las bombas no explotadas. Fue allí donde él, junto con otros ciudadanos soviéticos, se convencieron de que sería mejor morir tratando de escapar audazmente que morir como prisioneros.
Entonces, el 8 de febrero de 1945, Devyatayev y otros nueve prisioneros de guerra soviéticos fueron a trabajar en la pista donde un miembro del grupo mató al guardia con una palanca y lo despojó de su uniforme. Devyatayev, el único piloto entre ellos, los llevó al hangar donde robaron el bombardero Heinkel del comandante del campo.
Volando hacia el este, los fugitivos evadieron a los cazas alemanes y aterrizaron en territorio soviético. Los fugitivos proporcionaron información crucial sobre el programa de misiles alemán, incluido el cohete V-2, el primer objeto hecho por el hombre en cruzar la frontera del espacio. Sin embargo, las fuerzas del orden soviéticas pensaron que era imposible que los prisioneros pudieran tomar un avión y escapar sin la cooperación de los alemanes. Creyendo que los fugitivos eran espías, Devyatayev y los demás pasaron el resto de la guerra en unidades militares penales o en prisión.
Más tarde, cuando el jefe del Programa Espacial Soviético, Sergey Korolyov, argumentó personalmente que el programa espacial soviético debía sus esfuerzos a la información proporcionada por Mikhail Devyatayev y los otros fugitivos, finalmente se limpió el nombre de Devyatayev.
El 15 de agosto de 1957, Devyatayev, el menor de 13 hijos de una familia campesina de Mordovia, se convirtió en Héroe de la Unión Soviética y ciudadano de honor de la República Autónoma Socialista Soviética de Mordovia. En cuestión de meses, la URSS lanzó el primer satélite artificial en la órbita terrestre. Devyatayev murió en 2002 a la edad de 85 años.
“Brujas nocturnas” soviéticas letales
El 8 de octubre de 1941, Joseph Stalin ordenó la creación de tres regimientos de aviación exclusivamente femeninos. Uno en particular, el 588º Regimiento de Bombarderos Nocturnos, se hizo más conocido por su apodo alemán de la Segunda Guerra Mundial, Nachthexen, o Brujas Nocturnas (en la foto de arriba). Desde junio de 1942 hasta mayo de 1945, el 588 realizó misiones sin escalas. Una mujer, Nadezhda Popova, voló 18 misiones en una noche.
En una guerra en la que se aplicó la última tecnología a las armas de guerra, el 588 recibió biplanos Polikarpov Po-2 para volar, generalmente utilizados para entrenamiento o fumigación. Los Po-2 livianos estaban unidos con madera, alambre y tela, no llevaban armas ni paracaídas, y solo tenían una velocidad de crucero de 109 km/hora, y una velocidad máxima de 158 km/hora. A menudo, cuando el avión se preparaba para un ataque, el piloto ponía el motor en ralentí o lo apagaba por completo para deslizarse silenciosamente y lanzar seis bombas a la vez. Luego, el bombardero tendría que salir para arrancar el motor en el aire.
Por su valentía en la península de Taman, durante la batalla de los Cáucasos, el 588.º Regimiento de Bombarderos Nocturnos pasó a llamarse 46.º Regimiento de Bombarderos Nocturnos de la Guardia de Taman. Juntos, realizaron 24.000 incursiones y lanzaron más de 23.000 toneladas de bombas sobre los invasores. En su apogeo, la Guardia Taman 588/46 contaba con cuarenta pilotos, treinta fueron derribados. Ninguno fue capturado. Veintitrés recibieron el título de Héroe de la Unión Soviética.
